Prevención en entornos escolares

 

La prevención en entornos escolares es una estrategia fundamental para intervenir desde edades tempranas y evitar la aparición de conductas desviadas en menores de edad. Desde el enfoque de la prevención primaria, se busca dotar a los niños y adolescentes de mecanismos adecuados para la resolución de problemas, fomentando habilidades sociales y emocionales que les permitan afrontar de manera constructiva las situaciones de riesgo y fortalecer su desarrollo integral.

Es sabido que los entornos escolares, en ocasiones, se convierten en escenarios propicios para la manifestación de conductas de riesgo, especialmente aquellas relacionadas con el acoso escolar o la discriminación. No obstante, estas conductas suelen ser el reflejo de diversos factores externos, como el entorno familiar. En muchos casos, los niños tienden a reproducir patrones de comportamiento aprendidos en el hogar, convirtiéndose en un espejo de las dinámicas familiares que viven día a día.

En pocas palabras los niños solo repiten comportamientos aprendidos tal y como plantea la teoría de Teoría del Aprendizaje Social de Albert Bandura, que menciona que las personas adquieren nuevas conductas al observar e imitar las de otros, en este enfoque es importante evaluar a aquellas estrategias de prevención y aplicarlos en ámbito escolar.

Motivaciones u objetivos para implementar estrategias de prevención en entornos escolares según la guía de (Departamento de Educación de EE.UU, 2023, pág. 4).

1.      Fomentar un sentido de pertenencia

Este aspecto es fundamental, ya que cuando los alumnos se sienten identificados con sus escuelas, desarrollan el deseo de asistir, aprender y establecer vínculos sociales. Es importante destacar que las instituciones educativas desempeñan un papel crucial en la conformación de la identidad de las personas, ya que en estos espacios los estudiantes se relacionan con las normas sociales, interiorizan valores y aprenden a convivir en comunidad. Además, los centros escolares actúan como medios de control social informal, al fomentar comportamientos positivos y desalentar conductas desviadas a través de la socialización y la regulación de las relaciones interpersonales.

2.      Apoyo en necesidades sociales, emocionales

Un punto importante dentro de la prevención escolar, pues si los centros escolares cuentan con programas de asistencia psicológica por ejemplo muchos niños en condición de riesgo, tendrán la oportunidad de ser atendidos en edades tempranas, a su vez esto contribuye significativamente en la reducción de conductas antisociales.

3.      Garantizar políticas de disciplina estudiantil

Todo centro educativo debe contar con políticas claras de disciplina estudiantil, ya que los centros escolares son, en gran medida, moldeadores de conductas. Si no existe una correcta aplicación de estas políticas, los alumnos pueden interpretar que ciertas conductas inapropiadas no conllevan consecuencias, lo que podría fomentar comportamientos disruptivos y antisociales.

Imagen; prevención escolar 


Factores de riesgo

En los entornos escolares existen diversos factores de riesgo que pueden influir negativamente en el desarrollo y comportamiento de los estudiantes. Estos factores pueden ser de índole social, ambiental, psicológica, entre otros, y es fundamental conocerlos para poder abordarlos mediante la prevención.

Falta de vigilancia en los centros.

La falta de vigilancia en muchos centros educativos puede potenciar conductas de riesgo, como riñas entre alumnos. Por ello, es indispensable contar con elementos de seguridad adecuados, tales como guardias de seguridad, cámaras de vigilancia y orientadores escolares, que contribuyan a prevenir y reducir los conflictos dentro del ámbito escolar. Estos recursos facilitan la detección temprana de situaciones problemáticas y fomentan un ambiente más seguro y propicio para el aprendizaje.

Influencia de pandillas alrededor de los centros

Durante mis años de secundaria, la ubicación del colegio era bastante peligrosa, ya que para salir del centro debíamos atravesar un tramo donde frecuentemente se congregaban personas sin ocupación ni estudios, muchas de ellas consumiendo sustancias en la vía pública, lo cual resultaba incómodo y preocupante.

En relación con este ejemplo, este tipo de grupos pueden representar factores de riesgo para los estudiantes, pues pueden ejercer influencia negativa y fomentar conductas desviadas. Por ello, es fundamental implementar programas preventivos que brinden a los alumnos alternativas saludables y los fortalezcan para evitar caer en este tipo de pandillas.

Estrategias de prevención escolar

Para abordar la prevención en los entornos escolares, es fundamental centrarse en las diferentes etapas dentro de esta se incluye la prevención primaria para todos los alumnos.

Campañas contra el acoso escolar y resolución de conflictos: Es una estrategia de prevención muy importante, ya que informar a los alumnos sobre las consecuencias del acoso escolar contribuye a generar conciencia sobre sus acciones, fomenta el respeto entre compañeros y ayuda a prevenir este tipo de conductas dentro del entorno educativo.

Talleres de habilidades emocionales:  Dentro de este aspecto, desarrollar en los estudiantes habilidades emocionales resulta fundamental, ya que les permite regular sus emociones y gestionar de manera adecuada sentimientos como la ira, reduciendo así la probabilidad de conductas impulsivas o violentas en el entorno escolar.

Prevención secundaria

Dentro de este tipo de prevención, es posible identificar y evaluar a los grupos de riesgo. Tal como se mencionó en el apartado anterior, ciertos factores pueden predisponer a los estudiantes a desarrollar conductas violentas; por ejemplo, un alumno que crece en un entorno familiar violento podría recurrir a comportamientos agresivos en el ámbito escolar como una forma de canalizar su estrés. Prestar atención a estos alumnos vulnerables no solo permite prevenir la aparición de conductas violentas, sino también brindarles acompañamiento y asesoramiento psicológico, lo cual resulta esencial para evitar que estas actitudes se consoliden en el futuro.

Fortalecimiento entre el vinculo de la familia con el centro educativo:  Fortalecer el vínculo familiar es un pilar fundamental en el ámbito de la prevención, ya que la familia constituye un mecanismo de control social informal donde se aprenden las primeras conductas, valores y normas. Del mismo modo, las instituciones educativas también funcionan como espacios de prevención informal, al moldear comportamientos y reforzar la socialización de los estudiantes.

 La articulación entre familia y escuela en la formación integral del alumno representa un mecanismo esencial para prevenir conductas de riesgo y promover un desarrollo saludable.

Prevención terciaria

Este tipo de prevención puede aplicarse en casos muy específicos, una vez que se identifican a los alumnos con comportamientos violentos o problemáticos. En estos casos, es posible brindarles asesoramiento psicológico y apoyo a través de los orientadores del centro educativo, con el objetivo de atender sus necesidades emocionales y conductuales de manera temprana y efectiva.

Les comparto este video para que analicen la importancia de la prevención en los centros educativos. Implementar estrategias preventivas no solo mejora la convivencia escolar, sino que también contribuye a crear entornos más seguros y cohesionados.

titulo: Prevención salud mental entorno escolar Laura Redón

https://www.youtube.com/watch?v=apGgSTepVCE

Referencias 

Departamento de Educación de EE.UU. (2023). Guía de principios para la creación de entornos escolares seguros, inclusivos, justos y de apoyo. Oficina de Planificación, Evaluación y Desarrollo de Políticas. Obtenido de https://aprende.uned.ac.cr/pluginfile.php/1876903/mod_resource/content/0/Guia%20Entornos%20Escolares.pdf

 

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Políticas públicas y programas preventivos exitosos (locales)

Prevención del delito juvenil