Prevención en entornos escolares
La prevención en entornos
escolares es una estrategia fundamental para intervenir desde edades tempranas
y evitar la aparición de conductas desviadas en menores de edad. Desde el
enfoque de la prevención primaria, se busca dotar a los niños y adolescentes de
mecanismos adecuados para la resolución de problemas, fomentando habilidades
sociales y emocionales que les permitan afrontar de manera constructiva las
situaciones de riesgo y fortalecer su desarrollo integral.
Es sabido que los entornos
escolares, en ocasiones, se convierten en escenarios propicios para la
manifestación de conductas de riesgo, especialmente aquellas relacionadas con
el acoso escolar o la discriminación. No obstante, estas conductas suelen ser
el reflejo de diversos factores externos, como el entorno familiar. En muchos
casos, los niños tienden a reproducir patrones de comportamiento aprendidos en
el hogar, convirtiéndose en un espejo de las dinámicas familiares que viven día
a día.
En pocas palabras los niños solo
repiten comportamientos aprendidos tal y como plantea la teoría de Teoría del
Aprendizaje Social de Albert Bandura, que menciona que las personas adquieren
nuevas conductas al observar e imitar las de otros, en este enfoque es
importante evaluar a aquellas estrategias de prevención y aplicarlos en ámbito escolar.
Motivaciones u objetivos para implementar
estrategias de prevención en entornos escolares según la guía de
1. Fomentar
un sentido de pertenencia
Este aspecto es fundamental, ya
que cuando los alumnos se sienten identificados con sus escuelas, desarrollan
el deseo de asistir, aprender y establecer vínculos sociales. Es importante
destacar que las instituciones educativas desempeñan un papel crucial en la
conformación de la identidad de las personas, ya que en estos espacios los
estudiantes se relacionan con las normas sociales, interiorizan valores y
aprenden a convivir en comunidad. Además, los centros escolares actúan como
medios de control social informal, al fomentar comportamientos positivos y
desalentar conductas desviadas a través de la socialización y la regulación de
las relaciones interpersonales.
2. Apoyo
en necesidades sociales, emocionales
Un punto importante dentro de la prevención
escolar, pues si los centros escolares cuentan con programas de asistencia psicológica
por ejemplo muchos niños en condición de riesgo, tendrán la oportunidad de ser
atendidos en edades tempranas, a su vez esto contribuye significativamente en la
reducción de conductas antisociales.
3. Garantizar
políticas de disciplina estudiantil
Todo centro educativo debe contar
con políticas claras de disciplina estudiantil, ya que los centros escolares
son, en gran medida, moldeadores de conductas. Si no existe una correcta
aplicación de estas políticas, los alumnos pueden interpretar que ciertas
conductas inapropiadas no conllevan consecuencias, lo que podría fomentar
comportamientos disruptivos y antisociales.
Imagen; prevención escolar
Factores de riesgo
En los entornos escolares existen
diversos factores de riesgo que pueden influir negativamente en el desarrollo y
comportamiento de los estudiantes. Estos factores pueden ser de índole social,
ambiental, psicológica, entre otros, y es fundamental conocerlos para poder
abordarlos mediante la prevención.
Falta de vigilancia en los
centros.
La falta de vigilancia en muchos
centros educativos puede potenciar conductas de riesgo, como riñas entre
alumnos. Por ello, es indispensable contar con elementos de seguridad
adecuados, tales como guardias de seguridad, cámaras de vigilancia y orientadores
escolares, que contribuyan a prevenir y reducir los conflictos dentro del
ámbito escolar. Estos recursos facilitan la detección temprana de situaciones
problemáticas y fomentan un ambiente más seguro y propicio para el aprendizaje.
Influencia de pandillas
alrededor de los centros
Durante mis años de secundaria,
la ubicación del colegio era bastante peligrosa, ya que para salir del centro
debíamos atravesar un tramo donde frecuentemente se congregaban personas sin
ocupación ni estudios, muchas de ellas consumiendo sustancias en la vía
pública, lo cual resultaba incómodo y preocupante.
En relación con este ejemplo,
este tipo de grupos pueden representar factores de riesgo para los estudiantes,
pues pueden ejercer influencia negativa y fomentar conductas desviadas. Por
ello, es fundamental implementar programas preventivos que brinden a los
alumnos alternativas saludables y los fortalezcan para evitar caer en este tipo
de pandillas.
Estrategias de prevención
escolar
Para abordar la prevención en los
entornos escolares, es fundamental centrarse en las diferentes etapas dentro de
esta se incluye la prevención primaria para todos los alumnos.
Campañas contra el acoso
escolar y resolución de conflictos: Es una estrategia de prevención muy
importante, ya que informar a los alumnos sobre las consecuencias del acoso
escolar contribuye a generar conciencia sobre sus acciones, fomenta el respeto
entre compañeros y ayuda a prevenir este tipo de conductas dentro del entorno
educativo.
Talleres de habilidades emocionales: Dentro de este aspecto, desarrollar en los estudiantes habilidades emocionales resulta fundamental, ya que les permite regular sus emociones y gestionar de manera adecuada sentimientos como la ira, reduciendo así la probabilidad de conductas impulsivas o violentas en el entorno escolar.
Prevención secundaria
Dentro de este tipo de
prevención, es posible identificar y evaluar a los grupos de riesgo. Tal como
se mencionó en el apartado anterior, ciertos factores pueden predisponer a los
estudiantes a desarrollar conductas violentas; por ejemplo, un alumno que crece
en un entorno familiar violento podría recurrir a comportamientos agresivos en
el ámbito escolar como una forma de canalizar su estrés. Prestar atención a
estos alumnos vulnerables no solo permite prevenir la aparición de conductas
violentas, sino también brindarles acompañamiento y asesoramiento psicológico,
lo cual resulta esencial para evitar que estas actitudes se consoliden en el
futuro.
Fortalecimiento entre el vinculo
de la familia con el centro educativo:
Fortalecer el vínculo familiar es un pilar fundamental en el ámbito de
la prevención, ya que la familia constituye un mecanismo de control social
informal donde se aprenden las primeras conductas, valores y normas. Del mismo
modo, las instituciones educativas también funcionan como espacios de
prevención informal, al moldear comportamientos y reforzar la socialización de
los estudiantes.
La articulación entre familia y escuela en la
formación integral del alumno representa un mecanismo esencial para prevenir
conductas de riesgo y promover un desarrollo saludable.
Prevención terciaria
Este tipo de prevención puede
aplicarse en casos muy específicos, una vez que se identifican a los alumnos
con comportamientos violentos o problemáticos. En estos casos, es posible
brindarles asesoramiento psicológico y apoyo a través de los orientadores del
centro educativo, con el objetivo de atender sus necesidades emocionales y
conductuales de manera temprana y efectiva.
titulo: Prevención salud mental entorno escolar Laura Redón
https://www.youtube.com/watch?v=apGgSTepVCEReferencias
Departamento de
Educación de EE. UU. (2023). Guía de principios para la creación de
entornos escolares seguros, inclusivos, justos y de apoyo. Oficina de
Planificación, Evaluación y Desarrollo de Políticas. Obtenido de https://aprende.uned.ac.cr/pluginfile.php/1876903/mod_resource/content/0/Guia%20Entornos%20Escolares.pdf
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